Oviedo en vela,
la capital del principado se vistió de arte, música y moda para celebrar la noche más cultural del año. Tanto el Museo de Bellas Artes, el Arqueológico como el Teatro Filarmónica y la Plaza del Paraguas se unieron a la velada con una rica oferta musical. El Campoamor, por su parte, participó ofreciendo un ensayo general de Nabucco- ópera de Verdi actualmente en cartelera- a puerta abierta. Destacable, por otro lado, la participación ciudadana en el itinerario propuesto por la Fundación Juan Muñiz Zapico por los principales escenarios de la ciudad vinculados con la Revolución de Octubre de 1934. Una noche mágica para el recuerdo a la que la Congregación de Monjas Benedictinas del Monasterio de San Pelayo no quiso faltar. Así, de manera excepcional, abrieron al público el claustro y el claustrillo de este edificio de orígenes románicos.
A pesar de que el programa era muy variado y me hubiera gustado participar en más actividades, pero las palabras Apertura extraordinaria hicieron mella en mi curiosidad y me decanté por la visita al Monasterio de las Pelayas.
¿Os venís?
