L'immancabile...


 

"Roma è tutta un vespasiano",
así decía Sordi en una de sus películas más célebres. Aunque no sea cierto completamente, la Ciudad Eterna, ofrece una y mil alternativas, es la parada turística por excelencia. Venir a Roma, no pasear por la avenida de "Los Foros" y no dejarse maravillar por este "Gran Coloso" no es posible. Como es inevitable escuchar: ¿Y aquello qué es? Refiriéndose al Arco de Tito, que a pesar de ser grandioso, no goza de la misma popularidad que su compañero de platea. Y si hubiera que elegir un momento en el cual no poder perdérselos es, sin duda, por la noche. 

Al final del día el Anfiteatro se ilumina, recordando que fue una estrella.
Si ergue poderoso como un especto  rodeado de una actividad urbana en continua ebullición.
Los coches proyectan sombras con sus focos sobre la fachada, modelada por el viento gélido que caracteriza las noches de invierno romanas.
Si bien es cierto que no vive su mejor momento, pide a gritos un profundo trabajo
de restauración, con algo menos de 2oooMil años sigue sorprendiendo, entusiasmando 
y movilizando a los turistas (y no solo) a lo largo y ancho del globo.