Entre callejuelas y escaparates, como en los viejos tiempos.
Dejarse llevar por las calles del centro de Roma es toda una experiencia.
Sin rumbo, simplemente dejándose sorprender con los ojos bien abiertos para memorizar cada rincón.
Entre giros, cambios a derecha e izquierda y varias vueltas a la misma manzana (sí, es parte del encanto), uno puede encontrarse con cosas como esta: auténticas esculturas de madera que indican el camino.
¿El artífice? Ferdinando Codognotto. Un Geppetto del Siglo XXI con página web. Escultor de fama mundial que desarrolla su actividad en un minúsculo taller repleto de obras de arte en madera, muy próximo a Piazza Navona.