Un delito de película

 La Facultad de Comunicación de Vía Salaria fue el lugar elegido para la presentación nacional de la última película de Roberto Faenza:  El delito de Vía Poma. Un film controvertido, que lleva dando que hablar desde que era apenas una idea. Una crónica de actualidad que ofrece una visión general de un crimen, que tuvo lugar en Roma en 1990 y todavía se encuentra en los tribunales esperando una respuesta.  





Una víctima de veinte años, Simonetta Cesaroni, que encontró la muerte mientras estaba trabajando en la oficina a través de veintenueve cuchilladas después de una bofetada que la dejó en coma. Ensañamiento, pero ninguna prueba concluyente que determine al asesino. Muchos ojos pudieron haber visto algo, pero ninguno fue capaz de arrojar algo de luz. El año pasado se volvió a abrir el caso y tras analizar las marcas de un mordisco el novio fue señalado como culpable. Ahora cumple una condena de 24 años. Aún así el caso no está cerrado, las pruebas parecen poco concluyentes y la lucha por encontrar a un culpable sigue en los Tribunales 20 años después.

En la ficción, los personajes responden a nombre reales, narran las peculiaridades que en su momento contaron los verdaderos implicados. En parte por la ayuda de Paula, la hermana de Simonetta. Reacciones, sensaciones, miedos e inquietudes que consiguen traspasar la pantalla. El director se permite introducir dos personajes inventados: el inspector que llevó el caso y su ayudante. Ambos, aunque más intensamente el primero, reflejan las ansias de justicia. Son dos hombres condicionados por sus propias circunstancias dentro y fuera de la comisaria, pero que dejan de lado casi sus propias vidasen favor de la investigación.


El film inicia enganchando al espectador desde el primer momento. Un suicidio de un hombre, hasta ese momento no se sabe quién es, ni porqué lo hace. Después de tomarse el veneno pertinente se tira al mar. Pero antes, deja una nota en la que afirma conocer al asesino y no poder soportar la presión del reinicio la investigación. Su secreto y él se ahogan en el agua.





Después de casi dos horas de película en la que las emociones van brotando: Pena, dolor, rabia, y sorpresivamente humor, se alternan en plena armonía, llegó la hora de la rueda de prensa. En ella no faltaron ni el director, ni el eleco de actores, así como el resto de personalidades que han hecho posible el film.
Si bien en el largometraje no se habla de culpables, únicamente de teorías y posibles hipótesis, en el momento de las opiniones surgió un claro responsable: La propia Justicia italiana.

 Otra historia italiana. Otra narración real en la que los tribunales no han encontrado al responsable. Otro de los miles de casos abiertos sin respuesta que esperan en el juzgado oportuno. 

Estuvieron presentes varios medios de comunicación, debido al interés público que ha suscitado, suscita y suscitará. A pesar de los problemas que tenido para conseguir ser emitida, la próxima semana será el grupo Mediaset a través del canal 5.

 
Una película qe conmueve a la vez que hace reflexionar. 
No se busca señalar con el dedo al/ los culpable/s sino justicia.


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