Psiconautas, un café en Toma3 con los niños olvidados.
En el marco de Festival Internacional de Cine de Gijón, además de ruedas de prensa o entrevistas, se organizan cafés con los diferentes profesionales que acuden a presentar su trabajo. Sí, sí cafés…la cita se desarrolla en Toma 3, un local muy coqueto en el que se combina la lectura con el buen café. A esta binomio casi perfecto, se une el cine durante el festival.
Así atraída por esta idea de Café con… acudí al encuentro para escuchar a Alberto Vázquez y Pedro Rivero, creadores de la película de animación Psiconautas: los niños olvidados. Había concertado una cita para una entrevista un poco más tarde pero quería verles en acción antes de mi cita particular. El ambiente no podía ser mejor, los internados en cine se agolpaban en las primeras mesas, los periodistas andaban de acá para allá para sacar los mejores planos, mientras que los habituales del local, tomaban tranquilamente café en los sofás del fondo.
Para empezar el encuentro una breve presentación en la que se habló no solamente del largometraje que se estrenaría esa misma noche, sino de la trayectoria de ambos, y es que Alberto había ideado estos personajes mucho antes de pensar en hacer una película. Dibujante por pasión y vocación, ha siempre diseñado aquello que tenía dentro: “Uno no elige si hacer animación para niños o para adultos, simplemente crea”, reconoce el gallego. De hecho, fue Rivero quien se puso en contacto con él, al conocer su última obra gráfica: Psiconautas. “Era una especie de fábula, con personajes de apariencia amable, que suscitan mucha empatía y a la vez refleja una realidad dramática muy sensible y aguda”, cuenta Pedro las razones que lo llevaron a escribir un email a Alberto. Por su parte, Pedro lleva más de 27 años dedicado a la animación, en este tiempo ha hecho guiones y también algún que otro cómic, siendo su obra más reconocida, La Crisis carnívora, primera película de animación totalmente hecha con Flash realizada en España con distribución en cines.
Pero Psiconautas es su primer largometraje en común y lo definen como una “fantasía negra realista”. Y no podían haber sido más certeros. Los personajes son animales antropomórficos, como en las fábulas, pero las temáticas que se tocan son más profundas y apocalípticas. En el largo, el mundo es un vertedero en el que proliferan la rabia, la envidia o la violencia más atroz y hay quien quiere escapar de allí, sin saber que no se puede huir de uno mismo. También son temas centrales la desindustrialización, la contaminación o el consumo de estupefacientes, sobre todo la heroína. Es una obra compleja, que difícilmente deja indiferente.
No es la primera vez que trabajan juntos, ya que, antes del largometraje, realizaron un corto “Birdboy”, ganador de un Goya en el 2012. Reconocen que el premio les dio el empujón que necesitaban para seguir adelante, y les ha dado algunas facilidades a la hora de conseguir un presupuesto mayor.
El proceso creativo aseguran que fue algo natural, sin roces. La buena sintonía entre los dos se ve fuera del estudio y se percibe durante la proyección de la película. Se ha mantenido la estética del cómic, al menos desde fuera, “el cómic es en blanco y negro, mucho más poético; mientras que la película, ya a color, intenta ser de denuncia social”, comenta Alberto las diferencias entre las homónimas obras. En ningún momento tuvieron que adaptar la obra para conseguir financiación, sabían lo que querían y desde el primer momento se lo dejaron muy claro a los productores. "Hacer una película no es igual que hacer un corto”, aseguran. En el primer caso hay mucha más competencia y los procesos son mucho más largos, mientras que para cortos hay más posibilidades de participar en festivales y el proyecto lleva mucho menos tiempo, puesto que se trata de un producto con una difusión mucho menor se da la opción de ser mucho más creativos, o incluso transgresores.
Embarcados ya en nuevos proyectos, siguen disfrutando sobre la estela de Psiconautas, una obra que, sin duda, les hará cosechar mucho éxitos. Por el momento ya tienen en su haber un premio Lurra, otorgado en el Festival de cine de San Sebastían por Greenpeace. Lo que les depare el futuro está por ver, pero les seguiremos muy de cerca.
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Durante el fin de os iré contando a través de las entrevistas que he realizado en FICXixón, mi experiencia en el Festival. ¡Espero que os resulto interesante!