Madrid, Villa de las Oportunidades.
Cinco días en la Capital no dan para mucho, pero creo que nos las ingeniamos bastante bien y conseguimos compaginar a la perfección las visitas culturales, las tertulias cerveceras con amigos y los paseos por la zona financiera en busca de una de esas oportunidades.
La oferta cultural en Madrid...
...es enorme, por lo que hay que tener muy claro lo que se quiere ver, aunque luego el plan no se llegue a respetar con exactitud. En este caso, teníamos solo unas nociones; a pesar de que ya había estado en Madrid en otras ocasiones, raramente me había salido de Gran Vía. Así que esta vez tenía una lista de cosas qué hacer: volver al Museo del Prado, ver el Palacio Real, hacer una foto delante del Templo de Debob, pasear por El Retiro o ver Madrid desde la azotea del Círculo de Bellas Artes (¡lo típico!).
Es interesante saber que muchos de los museos ofrecen jornadas totalmente gratuitas una vez al mes, o incluso horarios diarios, en los que la entrada es gratis, por lo que es importante informarse bien y consultar la página web antes de acudir. Al final nuestro itinerario fue algo así:
- Sábado: Ópera, Palacio Real, Plaza de España, Templo de Debob, Cibeles, Puerta de Alcalá y Parque del Retiro.
- Domingo: Mercado de San Miguel (os hablaré más detenidamente en el próx. post), Plaza Mayor, Rastro, Mercado de San Ildefonso, Malasaña y Teatro Lara.
- Lunes: Plaza de Castilla, Paseo de la Castellana, Barrio de las Letras y Plaza de Santa Ana.
- Martes: El Museo del Prado.
- Miércoles: La Casa de la Villa, Puerta del Sol y, para terminar la visita, una vista panorámica desde la terraza del Gourmet Experience del Corte Inglés de Callao.
No está mal, ¿eh?
Pocas personas pronuncian bien el nombre de la Capital, lo más común es convertir la 'd' final en 'z' o, simplemente, omitirla, así que no os extrañéis si escucháis referirse a ella como MadriZ o Madrí.