"I Musei Vaticani",
un viaje a través de veinte siglos de arte por galerias que emanan historia.
Más de 4oMil metros cuadrados en los que se exhiben más de 7oMil piezas de un valor incalculable. Se calcula que al menos otras 5oMil se conservan en depósitos. Pero entre todas las maravillas que se esconden entre estos pasillos (tapices bordados en oro, esculturas, salas con frescos realizados por los grandes de la pintura...), la progonista indiscutible es ella: la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. ¡Verlo todo en una única visita sería imposible! Razón por la cual existen diferentes recorridos, para que sea el visitante el que, según el tiempo a disposición, decida dónde ir. Ni que decir tiene que el "Recorrido breve Cappella Sistina" es el más seguido, al menos para los primerizos.
Miles son los turistas y curiosos que atraviesan cada día la gran puerta de bronce que da paso al estado más pequeño del mundo, dejándose seducir por la exhuberacia de este complejo museal, cuya apariencia actual es relativamente moderna ya que data de la segunda mitad del siglo XVIII. Está dividido en dos partes: el museo y una pequeña parte de los palacios pontificios... Y pensar que todo empezó en el siglo XVI durante el pontificado de Giulio II y el descubrimiento del Laocoonte cerca de Santa Maria Maggiore... (para saber más: ItalyGuide).
Cada último domingo de mes los museos son totalmente gratuitos pero conviene madrugar si no os queréis perder el espectáculo de ver la Cappella Sistina, ya que cierra sus puertas a las 12.3o. Mientras que la Basílica permance abierta, en verano, hasta las 19. La entrada es libre, siempre que uno vaya vestido "con decoro" o tenga algo con lo que cubrirse hombros y piernas (obviamente yo me quedé fuera =)).
Y después... ¡un merecido descanso a los pies del Castel Sant'Angelo!
