Uno. Uno. 2012
TresCientosSesentaySeis días por delante.
El 2o12 se presenta, si cabe, más misterioso que el anterior. Es en sí mismo un enigma al que no le falta las teorías apocalípticas que fechan la caducidad de la humanidad no más allá de diciembre. Si es así, que el fin del mundo nos encuentre viviendo.
Que las sonrisas multiplican a las lágrimas, y los buenos momentos, lo sean en tan medida que logren eclipsar a los malos. Que los proyectos no se queden sobre el papel, y el tren no parta del andén antes de que nos hayamos subido. Un año para emprender y no conformarse con mirar la vida a través del cristal como decía aquella canción de los años Ochenta.
Que no falten los tres pilares populares: salud, dinero y amor. En el orden que cada uno elija, o como dicen las sabias abuelas: Que nada sobre y que nada falte.
Que la suerte nos encuentre buscándola.