Fare le valigie...!



Hacer una maleta, al menos para mí, es sinónimo de caos.
Sacar de cajones y armarios todo aquello que potencialmente podría llevarme para después ver que inviable, y acabar haciendo montoncitos de ropa por el suelo para escoger qué sí, qué no.

Esta vez ha estado particularmente difícil, un billete de ida pero no de vuelta, implican una estancia prolongada y planificarse es casi imposible. Quieres llevarlo todo, ese vestido que te encanta pero que nunca te pones, los zapatos altísimo que hace más de dos meses que no pisan la calle, el peluche de coge polvo en la estantería de tu habitación desde que tienes uso de razón... etc etc. Al final, después de una selección minuciosa, te llevas cuatro cosas, entre ellas las imprescindibles (un collage con los mejores momentos, o de los que se pueden mostra... ¡¡GRACIAS!!.) , y siempre te olvidas algo.






Ciao, Roma!
¡Gracias por esta maravillosa bienvenida! <3