Nueva ruta: de Tuña al dolmen de Merillés.
El recorrido propuesto hoy no es tan sencilla como los de las últimas ocasiones ya que se trata de un ascenso continuado de algo menos de 7km desde el puente del Carral (s.II). Un esfuerzo que vale la pena, no tanto por tener la oportunidad de ver de cerca (si los caballos lo permiten) el citado monumento funerario megalítico, sino por la belleza del paisaje.
La senda comienza en una zona boscosa que comienza a abrirse a medida que se llega al pueblo de Merillés. Una vez superado este pueblo seguimos ganando altura y las vistas cada vez son mejores. En este punto es importante seguir la señalización y aunque la senda nos lleve por el camino más largo, es lo más seguro.
Poco a poco nos vamos acercando al dolmen. No es fácil verlo hasta que no se está muy cerca. Lo cierto es que parece insignificante en mitad de aquella pradera, pero su valor es incalculable. Junto a él hay una cabaña y en el momento en el que nosotros lo visitamos había caballos alrededor. Sin duda una estampa de lo más original.
¿Os animáis?