El alterego de Sonia es Sonia Lupo, ya que cuando crea es otra persona, deja a un lado la timitez y experimenta sin ataduras.
Dicen que la magia no existe, que es cosa de niños. Que los sueños no se cumplen y las hadas madrinas no vienen a buscarte a medianoche para llevarte al baile. Eso dicen... y lo hacen porque no conocen a Sonia Lupo. Ella no utiliza polvos mágicos, y la verdad es que difícilmente convertirá una cabaza en carroza, pero solo necesita lápiz y papel para materializar sueños.
¿Simple? ¡Así es ella!
Y es que a pesar de su apellido "Lobo" y de sus innumerables logros dentro y fuera de la alta moda, esta diseñadora de orígenes frusinati (Frosinone) y madre de dos niñas, se caracteriza por su simplicidad, unos modos suaves y una sonrisa cálida que esconden una personalidad arrolladora y una creatividad indomable. A veces basta una canción, otras una imagen y la inspiración le viene a borbotones. "No hay tregua" - dice sonriendo. Prueba de ello es su última colección de vestidos de novia inspirada en el continenete Africano, que presentrá en noviembre en Roma...
L'isola del Liri. En su Atelier, situado en alto en esta pequeña ciudad en la provincia de Frosinone. Una tarde de sábado a principios del mes de octubre, así fue cuándo y dónde comenzó la entrevista, un viaje sin mapa a través de su historia, de sus inquietudes y anécdotas. Amante de los materiales naturales, ha inspirado una tesis universitaria, reinventado el vestido de novia poniendo punto y final a la dictadura del pomposo, de los aburridos vestidos blancos; del mírame y no me toques. Cada una de las piezas que salen de su taller, lo hace para ser vivida, consumada y recordada en el tiempo.
Cada diseño es único y personalizado, detrás de cada uno hay todo un estudio de tejidos. Materiales clásicos pero combinados de un modo innovativo. Escapa de las tendencias del momento, "la moda es solamente el inicio de una tendencia, cuando todos la llevan ha dejado de estar de moda. Es el paso entre lo nuevo y lo viejo", dice convencida.
"Cada mujer es diferente, y necesita una vestido acorde con esa personalidad", asegura contando su modo de crear. "Es un proceso que se realiza en dos", dice. La novia llega, ojea el escaparate elegantemente decorado y entra. "Normalmente ya viene con una idea más o menos clara de lo que quiere pero aquí la maduramos con una taza de té", asegura con una sonrisa cómplice. "Puede que al final creemos algo totalmente diferente pero que refleje mejor su forma de ser". Es una artista y como tal posee una sensibilidad abrumadora, no solo para la superposición de materiales, también con las personas. Consigue leer en el interior, intrepetarlo y convertirlo en el vestido perfecto.
Pero quizás cuando más disfruta esta artesana del siglo XXI, es durante la creación de las colecciones que luego hará desfilar: no existe límite, es solamente la imaginación y Sonia Lupo. "En cada una hay una parte de mí", asegura con los ojos brillantes, y continua "cuando creo que siento mejor", ya que es su modo de expresarse y viene irremediablemente condicionado por sus estados de ánimo, aunque siempre con una fuerte impronta vintage fuertemente innovativa, que mira al "Art Decó".
Recordando sus primeros pasos entre agujas, asegura que nunca pensó dedicarse a la moda nupcial, "los vestidos de novia me parecían todos iguales", asegura riendo. Ya de bien pequeña perdía el sentido del tiempo diseñando trajes para sus muñecas. Una pasión que pasó factura al guardarropa de su madre, "abría el armario y si veía un tejido que me gustaba cortaba un retal", dice dibujando una sonrisa traviesa, de niña inquieta. Pasión y formación que salieron al mercado en el 1994 con la apertura del primer Atelier, "era oscuro, con una pequeña ventana, un escaparate en el que cabía solamente un vestido", dice nostálgica. "Recuerdo perfectamente el primer encargo, ¿tú?", pregunta voltándose hacia Frabrizio, su compañero de aventuras y padre de sus dos hijas. Obviamente la respuesta es un "sí". Como recuerdan el vestido de novia de Sonia, hecho por ella. "Muy sencillo, de encaje y corte imperio", acorde con ella.
La maternindad no le ha impedido consechar éxitos en cada nuevo proyecto, al contrario. Una ternura infinita se manifiesta cuando habla de las dos niñas de sus ojos, "son ellas las que me aconsejan. Tienen un gusto muy personal", asegura con orgullo. Una mujer que cosecha éxistos en cada nuevo proyecto. "Me apasiona mi trabajo pero prefiero permanecer en su se coegundo plano", al contrario que otros estilistas prefiere no salir sobre la pasarela, no porque snobismo mas bien por timidez. "Hay mucha gente que conoce mi trabajo pero que nunca me ha visto". Pero no significa que no acuda a los eventos, "lo hago siempre que el trabajo me lo permite", sentencia. Y parece que es algo bastante difícil ya que rara vez hay "tregua".
Y todo comenzó con un encuentro fortuito en la presentación del nuevo número de Woman&Bride (revista en la que sus diseños aparecen con asiduidad) en el marco de los eventos de AltaRoma...
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