Perderse en el silencio...
Callejear, pasear, fotografiar, canturrear y sentir el sol en la cara. Llegar a un sitio conocido por un camino improbable y aparecer en sitios nunca vistos. Recorrer el Celio... y descubrir que a dos pasos del “Amba aradam” y la plaza de San Giovanni laterano està la basilica SS Quattro Coronati... donde las enormes puertas de madera invitan a entrar en un silencio que cala hasta los huesos. Regido por las monjas Agustinas conserva la austeridad del siglo VIII en el que comenzò a construirse.
El placer de sorprenderse en cada esquina...