La cocina italiana.
Conocida en todo el mundo, e imitada con más o menos acierto. Es cierto que los estudiantes vivimos de pasta, ensaladas y fritos. Pero cocinar pasta en Italia con dos compañeros de piso sicilianos adquiere otro significado. No es cocer y punto.
Pasta fresca y una buena sartén.
Algunas recetas. Fáciles y rápidas. ¡ÑAM!
Primero se sofríen unos ajos. Cuando ya estén un poco dorados se echa el calabacín cortado en tiras y las setas congeladas. Poco a poco se van descongelando y con el agua que desprenden se van haciendo poco a poco las verduras. Cuando el calabacín está casi hecho, unos diez minutos más o menos, se añaden a la sartén el bonito y el tomate. Así, hasta que el calabacín esté blandito. ¡Ya está!
La pasta... al gusto. Depende de la pasta que se haya escogido tendrá un tiempo de cocción u otro. Cuando este en su punto se echa todo junto en la sartén, se remueve bien y... ¡A comer!
Otra de las estrellas de la casa es la nata (para cocinar). Todo le va bien.
Pero como más éxito tiene es acompañada de una buena pasta, algo de carne (salchicha, bacon...), y setas.
Lo primero que hay que hacer es poner en la sartén el condimento cárnico y las setas sin aceite ni nada, solo para que se doren un poco. A continuación, se echa la nata. Se revuelve todo junto hasta que la nata coge cuerpo pero sin secarse, (si eso pasa echar un poco de leche).
La pasta, lo mismo que en la receta anterior. Una vez que esté en su punto se echa en la sartén, se revuelve todo y... ¡Buon pranzo!
Y el postre, solo para golsos, made in Spain. Todavía no hay la valentía suficiente para atreverse con un Tiramisú, así que las recetas de "I dolci" son traídas de casa.
La primera opción es una tarta que probé por primera vez en Bilbao y después de un flechazo al primer mordisco e repetido la receta un montón de veces. Es sencilla, rápida, refrescante y muy dulce. Se necesita leche condensada, nata (montada o líquida) y galletas con virutas de chocolate. ¡No apto para dietas estrictas!
Lo primero que se debe hacer si la nata es líquida es montarla, si ya la hemos comprado montada este paso no es necesario y se comienza directamente por machacar las galletas hasta que queden en polvo. La cantidad varía mucho según el recipiente en el que se vaya a presentar y el número de comensales.
Para 6 personas: es un paquete y medio.
Una vez que están molidas todas, una parte se destina a cubrir la base del recipiente. A continuación, se van echando alternativamente la nata, la leche condensada y, de nuevo las galletas. El número de pisos es al gusto. El único requisito es que la parte superior culmine con las galletas.
Por último se mete en el congelador hasta que quede totalmente helada. Por esto se recomienda hacerla un día antes del que se tiene pensado comerla. Cuando llegue el momento, se pueden añadir unas pinceladas de caramelo para adornarla.
Budding. Esta tarta forma parte del recetario de la abuela de Paula. También es muy sencilla. No necesita frío, pero es preciso tener horno. Los ingredientes son fáciles de encontrar: bollos suizos, 3 huevos, 1/4 de leche, tres cucharadas de azúcar y caramelo.
Antes de nada se cortan los bollos a la mitad o en pedazos más pequeños. Una vez hecho esto, se colocan hasta cubrir la base de un recipiente al que se le echa leche hasta un poco menos de la mitad.
Cuando los bollos están bien empapados, se escurren y se pasan al recipiente en el que se meterán al horno. La base de este la hemos cubierto previamente con el caramelo.
Por su parte se baten los tres huevos a los que se les debe echar azúcar y un cuarto de leche. Cuando la mezcla está lista se vierte sobre los bollos.
Ahora llega la parte del baño María en el horno. En un recipiente mayor cubierto de agua hasta la mitad se introduce el de los bollos, y ambos se insertan en el horno (precalentado durante 5min a 180º), durante 45 minutos.
Trascurrido ese tiempo se deja enfriar y una vez conseguida la temperatura se saca del recipiente y se le da la vuelta de manera que el caramelo que habíamos puesto en la base ahora pasa a ser la capa superior. Después de esto solo queda presentarlo y... ¡Disfrutarlo!
¡ÑAM!
Il caffé.
En Italia siempre hay un hueco para el café, ya sea después de comer o a mitad de la tarde. Se lo beben como un chupito de tequila, justo después de un vaso de agua.
---> Solo falta el complemento ideal: la siesta... zZz