¡Feliz 2018!
Estrenando año y con una lista enorme de buenos propósitos para este 2018,
os propongo un nuevo destino flamenco: ¡Lovaina, ciudad universitaria por excelencia!
Quizás su nombre no os diga mucho, pero ¿y si os digo que en su universidad estudió Erasmo de Rotterdam? La cosa ya se pone más interesante. Esta pequeña localidad a unas cuentas paradas en tren de Bruselas alberga la universidad más antigua de Bélgica y, por consiguiente, una de las más antiguas de Europa. Además de por sus ilustres estudiantes, este centro de estudios ya famoso en el siglo XV, destaca por ser una especie de Ave Fénix puesto que ha resurgido de las cenizas en al menos dos ocasiones y es que las dos guerras mundiales se ensañaron con ella. Nadie lo diría viendo su aspecto actual.
También hay que destacar el Ayuntamiento gótico con figuras de personajes prestigio de la villa y el beguinaje (o beatario), una ciudad dentro de la propia ciudad construida en el siglo XIII en la que vivían las beguinas. Èstas eran mujeres solteras cristianas, normalmente con recursos económicos, que se unieron para vivir en comunidad. No eran religiosas aunque seguían los votos de castidad, obediencia y oración (no el de pobreza). Sin duda todo un descubrimiento.
Abrid el paraguas que nos vamos de paseo...